Con la llegada del frío, no solo cambian las temperaturas sino que también lo hace nuestra dieta diaria. Durante esta época, son las comidas calientes las que se llevan el protagonismo en el hogar.
Los productos lácteos son esenciales en nuestra alimentación durante todas las etapas de la vida; niños, adolescentes, adultos, ancianos y embarazadas deben consumirlos. No podemos olvidarnos de ellos tampoco en invierno aunque a veces resulte más fácil tomarlos fríos; batidos, helados, nata montada, postres lácteos…
Desde Reny Picot, te contamos algunas ideas para consumir productos lácteos también durante el invierno.
- Cremas de verduras. Un plato sencillo, ligero y natural para aprovechar productos que estén de temporada como setas, guisantes, calabaza, calabacín… algunas elaboradas con leche, quesitos, o añadiendo un chorrito de nata al final para darle cremosidad, consistencia y sabor a este delicioso plato que sienta tan bien en invierno.
- Taza de chocolate. ¿A quién no le gusta una buena taza de chocolate para desayunar o la merienda? Sola o acompañada está deliciosa. Pero tenemos que decir que con nata montada por encima…es irresistible.
- Queso y bechamel para tus platos “italianos”. Otra forma de consumir el queso es añadiéndolo a tus platos de pasta, ñoquis, lasañas, berenjenas a la parmesana…
- Nata para revueltos. Si no lo has probado nunca, dale aroma y sabor a tus revueltos de verdura, ahumados, jamón… y huevo añadiendo un toque de nata. Notarás la diferencia.
- Desayunos. El rey de las comidas se toma siempre con leche caliente, bien mezclada con café o con cacao en polvo como las dos formas más comunes de consumirla.
- Salsas. Elaboradas, la mayoría de ellas con nata, leche o bechamel son el complemento ideal para acompañar tus platos de carne, pescado, pasta o verdura.
Estas son algunas de las muchas posibles ideas que hay para incorporar productos lácteos en nuestro día a día y seguir así disfrutando de todos sus beneficios saludables que nos aportan. Fósforo, calcio, vitaminas, energía…multitud de propiedades que debemos seguir adquiriendo, incluso con más motivos, en invierno.