Los productos lácteos son fundamentales durante la infancia para asegurar el buen desarrollo del niño. Sin embargo, a medida que crecemos tendemos a olvidar el papel primordial que éstos juegan para conseguir que nuestra dieta sea sana y equilibrada.
Denominamos dieta sana a la ingesta de alimentos que nos ayudan a mantener, recuperar o mejorar la salud. Una correcta nutrición nos permite reforzar el sistema inmunológico con el fin de contraer el menor número de enfermedades posible y de gozar por lo tanto de una mejor salud en general. Llevar una dieta sana y equilibrada es, además, junto con la práctica de ejercicio, la mejor manera de reducir los riesgos asociados a la obesidad.
¿Por qué debemos introducir los productos lácteos en una dieta sana y equilibrada?
La composición nutricional de los productos lácteos varía mucho en función del producto.
Los lácteos contienen calcio, un mineral fundamental para el correcto desarrollo de los huesos. Este es uno de los motivos por los que los productos lácteos son tan necesarios durante la infancia, la etapa de crecimiento y la tercera edad. Y, si son tan importantes en estas etapas… ¿no crees que también lo son en cualquier otra etapa de la vida?
La incorporación de los productos lácteos a una dieta equilibrada (de 2 a 4 dosis por día) es también necesaria ya que:
- Nos aportan el 60-70% del calcio total que se recomienda en la dieta.
- Ayudan a controlar los niveles normales de colesterol en sangre gracias al ácido linoleico.
- Durante las etapas de crecimiento y desarrollo de los huesos, juegan un papel fundamental por su alto contenido en calcio, fósforo y proteínas.
- Son una fuente importante de vitamina B12 que ayuda a la formación de glóbulos rojos en la medula ósea.
- Contienen vitamina D, que contribuye a la absorción y utilización del calcio.
Beneficios de una dieta equilibrada
Llevar una dieta sana y equilibrada, junto con un estilo de vida saludable, es indispensable para vivir plenamente.
Estos son los principales beneficios de llevar una dieta saludable:
- Permite mantener la mente despierta
- Te ayuda a controlar el peso
- Mejora la capacidad de respuesta del sistema inmunológico
- Mantiene unos buenos niveles de colesterol y glucosa
- Ayuda a controlar la presión arterial
- Promueve un adecuado tránsito intestinal
- Mejora el estado de ánimo
Ya sabes, ¡no dudes en introducir los lácteos en tu dieta! ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!