Seguro que habrás escuchado cientos de veces eso de que el desayuno es la comida más importante del día, pues… es cierto. El desayuno actúa como interruptor para poner en marcha el cerebro tras varias horas de sueño. Una buena alimentación durante el desayuno es fundamental para empezar el día con la suficiente energía física y mental para afrontar las tareas diarias. Si no desayunamos, podemos sufrir falta de concentración y energía, mal humor, disminución del rendimiento y dolor de cabeza.
Tomar un vaso de leche en el desayuno es proporcionar al cuerpo la suficiente dosis de calcio para evitar la debilidad de los huesos y disminuir el riesgo de fracturas. Pero, el contenido nutricional de la leche va mucho más allá del calcio. De acuerdo con una investigación realizada por el Instituto de Salud Pública de Madrid, el consumo de leche puede aportar a nuestro organismo una gran cantidad de proteínas de alta calidad, vitaminas A, B2 y D, retinol, agua y calcio.
Las vitaminas A, B2 y D favorecen el mantenimiento de los dientes, huesos, piel, mucosa y visión. Además, la leche se digiere lentamente, y favorece, por lo tanto, que te sientas satisfecho durante más tiempo y llegues con menos hambre a la siguiente comida.
Si tienes diabetes tipo 2, te interesará saber que tras varios estudios se confirmó que tomar leche en el desayuno reduce la glucosa en sangre el resto del día. ¡Una forma perfecta para combatir la diabetes!
Como habéis podido observar, desayunar leche está fenomenal, pero podemos acompañarla con algunos alimentos como cereales, fruta, pan integral con tomate o frutos secos para hacer un desayuno mucho más completo. Desde Reny Picot os vamos a dar una gran idea para tus desayunos: Parte en trozos algunas frutas, como manzana, plátano o nectarina y congélalos. A la mañana siguiente, sácalos del congelador e incorpóralos a tu vaso de leche para preparar un batido cien por cien natural. Añádelo a un bol con cereales y ya tienes un desayuno exprés sano y nutritivo.