Un desayuno completo aporta la energía y los nutrientes necesarios para activar el cuerpo, comenzar con fuerza la actividad diaria y reorganizar los cambios metabólicos que se han producido durante la noche. ¡No deben existir excusas para no desayunar!
Sin embargo, son muchas las personas que salen de casa todos los días sin desayunar o con un simple café en el estómago.
En un desayuno completo, no pueden faltar la leche o los derivados lácteos, los cereales y la fruta fresca. Una combinación equilibrada de estos tres grupos de alimentos aportan los elementos básicos: hidratos de carbono, fibra, proteína, agua y grasa necesarios.
Desayunar de forma equilibrada alimentos ricos en este tipo de nutrientes hará que nos sintamos mucho mejor a lo largo del día.