Desde Reny Picot te mostramos cómo lograr hacer la tabla de quesos perfecta para sorprender a tus comensales.
El queso es un producto gastronómico muy versátil y con muchos tipos. Una buena forma de ofrecer diferentes tipos es en una tabla de quesos. Montar una tabla de quesos puede solucionarnos un aperitivo o una cena, o simplemente ser una excusa para darse un festín descubriendo nuevas especialidades.
No existe una combinación exacta a la hora de elaborar una tabla de quesos, pero si debemos tener en cuenta ciertas recomendaciones.
En primer lugar, las tablas de queso se suelen elaborar con quesos entre 4 y 8 tipos, los suficientes para probar una amplia gama pero no los excesivos que provoquen mezclar demasiados sabores. También debemos intentar elaborar una tabla de quesos que no resulte repetitiva teniendo en cuenta factores cómo: el animal del que procede el queso escogido, la textura, el sabor (intenso, suave…), la maduración (curado, semicurado…).
Desde Reny Picot, ofrecemos una propuesta de tabla de quesos donde podemos partir de un queso suave láctico para pasar a alguna variedad de corteza blanda enmohecida (Camembert, Brie). Continuaríamos con un par de quesos más maduros, combinando pasta prensada (Señorio de Montelarreina Gran Reserva) y cocida (Edam) con alguna variedad de corteza lavada. Y lo ideal es culminar con un queso curado y queso azul.
Anímate a explorar el mundo del queso y sorprende a tus seres queridos con una deliciosa tabla de quesos. ¡No hay reglas, solo placer para el paladar!