Para hacer este dulce, perfecto para acompañar un café a media tarde, es mucho mejor y más ligero acompañarlo de un sorbete, ya que es menos calórico pero igual de refrescante que el helado.

Este pequeño capricho dulce se puede hacer con 3 días de antelación y montarlo justo antes de degustarlo.

Para el sorbete

• Poner en la licuadora la pulpa de mango con el azúcar y el zumo de limón. Triturar hasta obtener una crema suave sin grumos.
• Añadir la pulpa del maracuyá o fruta de la pasión sin triturarla, ya que las semillas pueden resultar como piedrecillas en la boca.
• Mezclar y rectificar dulzor.
• Poner en la nevera o si se tiene en la máquina de helados hasta el momento de preparar las galletas.

Para las galletas

• Batir la mantequilla y el azúcar hasta obtener una textura cremosa.
• Incorporar el huevo. Mezclar.
• Añadir los ingredientes secos y la ralladura de lima.
• Mezclar hasta obtener una masa constante pero no muy seca.
• Formar las galletas (2,5 cm de diámetro) con la mano o si se prefiere con una cucharita.
• Disponer sobre papel sulfurizado en la bandeja del horno.
• Si hiciera mucho calor, enfriar 20 minutos en la nevera antes de hornear.
• Calentar el horno a 175ºC y hornear 12-15 minutos.
• Poner sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo.
• Formar el «sandwich» con dos galletas y el sorbete de mango en el medio. Espolvorear con el azúcar glass y poner un trocito de mango deshidratado encima.