ILAS, empresas y organismos de investigación se unen para dar respuesta a las necesidades nutricionales de la población con alergias alimenticias, entre las que destaca la alergia a las proteínas de la leche.
Sólo en Europa más de 17 millones de personas tienen alergia a algún alimento, especialmente niños y jóvenes. En España, el porcentaje de alérgicos en el primer año de vida se sitúa entre el 0,36% y el 1,95%. La leche ocupa el tercer lugar en las patologías alérgicas por detrás del huevo y el pescado.
En este contexto, Industrias Lácteas Asturianas, S.A. junto con Laboratorios Ordesa y ZEULAB, la FIBHDC (Fundación Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos), la Universidad de Zaragoza y el centro tecnológico AZTI participan en SOLMILK, un proyecto de desarrollo experimental con el que se pretende elaborar ingredientes y alimentos específicos que no produzcan alergia y sean más tolerables para la población sensible.
Esta iniciativa pretende estudiar las tecnologías, procesos y métodos necesarios para elaborar este tipo de alimentos. La innovación de este proyecto radica en orientar la solución al problema de salud pública de alergias alimenticias hacia la industria alimentaria, dada la estrecha relación entre el consumo de ciertos alimentos específicos y el desarrollo de síntomas de alergia a las proteínas de la leche en la población infantil.
SOLMILK cuenta con el apoyo económico del programa RETOS-Colaboración 2015 del Ministerio de Economía y Competitividad que pretende dar impulso a proyectos de cooperación entre empresas y organismos de investigación para promover el desarrollo de nuevas tecnologías, que se puedan aplicar en el ámbito empresarial y contribuyan a la creación de nuevos productos o servicios.
Así, este proyecto se centra en tres pilares fundamentales: (1) La investigación de la potencial modificación de la estructura de las proteínas alergénicas de la leche por parte de tecnologías y sistemas de procesado, que puede ser utilizada tanto para reducir su alergenicidad (2) la búsqueda y validación clínica de nuevas fuentes de proteínas y desarrollo de productos a partir de dichas fuentes y (3) el desarrollo de nuevos sistemas rápidos y fáciles de aplicar en la industria para la detección de alérgenos alimentarios.
El resultado serán productos mejorados e innovadores de alto valor añadido y diferenciados en el mercado por sus características organolépticas y nutricionales óptimas. También permitirá impulsar nuevas aplicaciones para las tecnologías y estrategias estudiadas, que resultarán de gran importancia para la futura incorporación de estas tecnologías en la industria alimentaria y promover la utilización de herramientas de control altamente fiables adaptadas a un amplio abanico de matrices alimentarias. Todo ello contribuirá a que la industria alimentaria (y concretamente, el sector lácteo) y el sector biotecnológico, con la ayuda del sector clínico implicado en la validación de los productos desarrollados, puedan satisfacer una demanda creciente de la sociedad.