La leche y los productos lácteos son una fuente importante de calcio y otros nutrientes necesarios para la salud de las personas mayores de 70 años. Según los expertos, un adulto necesita tomar entre 1.000 y 1.200 miligramos de calcio diario. Con 2-3 vasos de leche al día tendríamos cubierta más de la mitad de los requerimientos de calcio; pero si, además, tomamos un trozo de queso de unos 30-40gr, estaríamos cubriendo la totalidad de nuestras necesidades de calcio diario.
La reducción de la masa ósea y la osteoporosis están directamente relacionadas con la disminución del consumo de calcio. Estas dos enfermedades pueden estar en la base de múltiples fracturas, principalmente en vértebras y cadera. Por ello, debemos mantener siempre el consumo de productos lácteos para asegurar la ingesta de calcio necesaria. Además, el consumo de calcio y vitamina D se ha relacionado en numerosos estudios con un menor riesgo de padecer hipertensión.
Los productos lácteos ayudan a reducir los niveles de presión arterial, uno de los principales factores de riesgo en personas de cierta edad. Gracias al ácido linoleico, que encontramos en la leche y los productos lácteos, mantenemos unos niveles adecuados de colesterol en sangre.
Lácteos y ejercicio, la mejor combinación para la salud de las personas mayores de 70 años
La práctica de ejercicio trae consigo multitud de efectos beneficiosos para la salud de las personas mayores de 70 años. Actualmente, es el principal factor de protección frente a enfermedades asociadas a la edad. Es muy importante dedicar unos minutos al día a realizar ejercicio tanto aeróbico como anaeróbico.
Las actividades anaeróbicas son breves y de gran intensidad y, durante las mismas, se desarrolla la fuerza y la potencia. La práctica de ejercicios anaeróbicos ayuda a fortalecer la masa muscular y a prevenir la osteoporosis.
Las actividades aeróbicas deben ser moderadas y de larga duración, su objetivo es conseguir resistencia. Caminar o nadar son dos ejemplos de actividades aeróbicas.
El ejercicio físico juega un papel fundamental en la salud mental de personas con más de 70 años y mejora la calidad del sueño, la salud cognitiva y los estados depresivos.
Como conclusión, una dieta sana y equilibrada combinada con productos lácteos con una rutina de ejercicio diario aporta multitud de beneficios a nivel óseo, cardiovascular, muscular, respiratorio y anímico.
¡Nunca es tarde para empezar a tener hábitos saludables!