El origen de la receta de la leche frita tradicional, al igual que de multitud de platos de la gastronomía española, se remonta a la cultura árabe. Este postre junto con la torrija, conocidos como “Los postres sartén”, contaban con un modo de preparación bastante sencillo y solían tomarse calientes o tibios en las festividades de Carnaval o Cuaresma. Su nombre en sí ya resulta bastante curioso, ¿freír algo líquido como la leche? Pero lo cierto es que te das cuenta de que verdaderamente es leche frita, después de pasar por un proceso de aromatizado y cuajado muy sencillo.
Los ingredientes que forman la leche frita son tan básicos y sencillos como la leche, la harina, el azúcar o el huevo. Estos ingredientes forman la base de un gran porcentaje de postres caseros que combinados con diferentes técnicas culinarias dan lugar a postres de diferentes texturas. ¿Quieres saber cómo se hace la leche frita casera? Si quieres saber la receta de la leche frita tradicional, no puedes perderte este post donde te diremos paso a paso cómo prepararla para conseguir un sabor y una textura de otro planeta.
Ingredientes:
- 800 ml de leche entera Reny Picot
- 150 g de azúcar
- 70 gr de harina de almidón de maíz, y un poco más para rebozar
- Una rama de canela
- 1 limón
- 1 huevo batido
- Canela en polvo y más azúcar para rebozar al final la leche frita
- Aceite de girasol o de semillas
¿Cómo se hace la leche frita paso a paso?
- Pelamos un limón intentando que la cáscara se quede con la menor parte blanca posible. Esto lo haremos para evitar el sabor amargo.
- Hacemos infusionar la leche. De los 800 ml, reservamos 200 ml en la nevera y ponemos el resto en un cazo a fuego medio-alto junto con la rama de canela y la piel de limón hasta que empiece a hervir.
- Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y añadimos azúcar. Removemos y dejamos que repose durante al menos 15 minutos.
- Retiramos la rama de canela y la piel del limón de la leche.
- Mezclamos la harina de almidón de maíz con los 200ml de leche que teníamos en la nevera hasta que quede perfectamente disuelta.
- Ponemos de nuevo el cazo en el fuego a media temperatura y en cuanto hierva vertemos esta mezcla en el cazo con la leche infusionada, ponemos el fuego al mínimo y removemos sin parar hasta que espese (15-20 min). Con el fuego flojito tardará un poco más en espesar, pero la textura final será mucho mejor.
- Colocamos la mezcla en un recipiente rectangular y lo tapamos con papel film de forma que quede en contacto y totalmente pegado con la superficie de la mezcla.
- Dejamos reposar al menos 3 horas para que quede bien cuajada y con la textura adecuada.
- Una vez haya reposado, cortamos en la cantidad de porciones que queramos.
- Ponemos abundante aceite en una sartén o cazo con el fuego alto, preparado para freír.
- Batimos un huevo y pasamos cada porción de leche frita por la harina de almidón de maíz y después por el huevo.
- Vamos friendo las porciones de leche frita cuando el aceite esté bien caliente. Le damos la vuelta para que acaben doradas por ambos lados. Un consejo que os damos es que no hagáis muchas porciones a la vez para que el aceite no baje de temperatura.
- Vamos retirando poco a poco y disponiendo la leche frita en una fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
- Mezclamos en un plato canela y azúcar a partes iguales. Mientras que estén calientes, las rebozamos en la mezcla.
Si quieres darle un toque diferente en la presentación de la leche frita, puedes acompañarla con una bola de turrón, un poco de sirope de chocolate y un detallito con nata.